Esta historia familiar, te podrá enseñar cómo el fuego evitar y tu vida poder salvar.
Una noche estaba Carlitos, mirando televisión, el era un niño muy bueno y presta mucha atención a todas las enseñanzas que un bombero un día le dio.
Su hermanito más pequeño, una gaveta un día abrió, y sin nadie darse cuenta, el niño de ella sacó, una caja de cerillos que guardaba su papá.
Para cuando se sentaba por las noches a fumar. El pequeño fue muy pronto al garaje a encender, con sus manos los cerillos, sin que nadie pudiera ver. Pero en cuestión de segundos el cerillo se prendió, iniciándose un fuego del que nadie se percató, hasta que llegó el humo y la alarma detectó, y Carlitos preocupado a su hermanito buscó. Carlitos al garaje fue al niño a buscar, y muy rápido y de prisa a su hermanito sacó, con su camisa encendida por el fuego que inició. Y recordándose las rutas que el bombero le indicó, pues son 2 muy importantes las de evacuación. Si una de ellas se bloquea, y no te deja salir, la otra puede estar libre y así permitir, evacuar rápido la casa y pronto poder llegar a el punto de encuentro y así a todos poder contar. Y Carlitos, hacia la puerta de atrás, a su hermanito guío, luego tirándolo en el prado, hasta hacerlo rodar de manera muy valiente y así lograr apagar las ropitas del niñito y su vida salvar. Y en el punto de referencia su familia se encontró, era el árbol de manzanas que el papá eligió, para todos reunirse en caso de evacuación. Muy rápido el carro de bomberos se acercó, a la casa de Carlitos y el fuego extinguió. El hermano de Carlitos una lección aprendió, nunca nunca más cerillos el niñito encendió, y el papá de Carlitos su vicio eliminó, no fumando cigarrillos, un ejemplo el les dio. Otra vez mis amiguitos yo les voy a recordar, una cita importante que no puden fallar, leyendo cada semana para así comprender las historias que les cuento en JUGUEMOS A APRENDER.
0 comentarios:
Publicar un comentario